Lisseth C. Torrealba R.

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sábado, 26 de diciembre de 2009

Estrategias de la programaciòn neurolinguistica

Enséñale a tu mente a cumplir objetivos
Primera parte
¿Qué tan fácil o difícil es el lograr objetivos? Cuantas veces dejamos tareas importantes o menos importantes para otro momento. Y vamos cargando con un costal de cosas por hacer que no nos motivan y no tenemos la menor idea de cómo y cuando las lograremos. No las logramos llevar a cabo porque no nos enfocamos en una tarea específica, sino que vemos un cúmulo de cosas por hacer y por ello confundimos a nuestra mente. Debemos elegir una por una en orden de importancia y elegir el cómo y el cuando queremos un resultado.
Establecer metas es elegir lo que uno quiere. Cuando vamos al cine, a cenar, a una fiesta, estamos eligiendo y estamos llevando a cabo una serie de procesos mentales con una habilidad del 100% puesto que logramos ese objetivo. Incluso es un objetivo logrado con poco esfuerzo y al final placentero. Sin embargo, nos engañamos porque sí implicó esfuerzo. Ir al cine es un gran esfuerzo: hay que elegir una película entre docenas, hay que elegir un horario, si vas con alguien más, hace falta ponerse de acuerdo, desplazarse, lidiar con el tráfico y llegar al cine (aunque llueva) luego elegir algo para comer o beber y luego regresar a casa. Sin darnos cuenta gastamos energía, tiempo e hicimos un sin número de elecciones y logramos el objetivo de ir al cine.
Por otro lado tenemos los objetivos “difíciles”. Así los llamamos y por lo tanto, como nuestra mente obedece al lenguaje, efectivamente, se nos hacen difíciles. Por ejemplo, ¿qué tan difícil es arreglar el closet, ordenar los papeles del escritorio, hacer la cita con el dentista? Es “dificilísimo” porque no son metas agradables y entonces nuestra mente ya sabe que el patrón a seguir frente a las cosas “difíciles” (o desagradables), es poner obstáculos, boicotearnos y sin darnos cuenta dirigimos nuestra mente con una habilidad del 100% hacia la negatividad e imposibilidad. Y logramos el objetivo de no lograrlo.
Ponemos obstáculos y nos boicoteamos con el lenguaje. Recordemos que elaboramos pensamientos con palabras-lenguaje que influyen nuestro estado de ánimo y nuestra actividad o inactividad. Frente al escritorio desarreglado seguramente pondremos obstáculos como por ejemplo: “no tengo tiempo”, “ahora no puedo”, “no sé donde comenzar”, “después lo hago”, “qué aburrido”. Al decir “qué flojera”, o “qué aburrido” el cuerpo inmediatamente obedece y caemos en la inactividad y repentinamente no tenemos energía suficiente para llevar a cabo ese objetivo que nos exige un “tremendo esfuerzo”. Cuando decimos: “después lo hago” es el posponer sin determinar un tiempo preciso. “Después” es una palabra sin tiempo preciso, implica un futuro muy amplio y al no tener la mente la precisión del tiempo, no hace nada.
Cuando se trató de ir al cine, no hubo obstáculos (mentales) ni boicot (mental) y los pensamientos-palabras-lenguaje nos llenaron de energía y fueron precisos, por lo tanto, no hubo lucha interna y no resentimos el esfuerzo.
Bandler y Grinder, los fundadores de Programación Neurolingüística descubrieron los procesos mentales que nos llevan a cumplir con objetivos placenteros sin esfuerzo aparente. Lo que ellos proponen es transferir los procesos mentales positivos que ya sabemos usar para metas motivadoras y enfrentar los objetivos “difíciles” con patrones mentales positivos y que nos llenen de energía. Si en vez de decir: “que flojera” ante el escritorio desarreglado, decimos “lo hago rápido y sin esfuerzo”, “me organizo para hacerlo hoy” estos pensamientos me reportan más energía y no me la bajan, mientras que el pensamiento de flojera me quita la energía automáticamente. Al decir que “lo hago rápido y sin esfuerzo”, la mente se aplica para seguir instrucciones y el cuerpo, por lo tanto, también se pone en la misma frecuencia.
Es increíble la respuesta que obtenemos cuando cambiamos nuestro diálogo interno y dirigimos nuestros pensamientos para que trabajen a favor nuestro. En Programación Neurolingüística proponemos desaprender lo que no nos sirve y aprender lo que nos ayuda a funcionar mejor en la vida. Empezar a dirigir nuestros pensamientos con un lenguaje positivo y palabras de acción, es la clave para dejar de tener esa lucha interna de posponer tantas cosas que deberíamos de hacer hoy. Ponte a pensar cuántas tareas has pospuesto y cual ha sido tu diálogo interno. Analiza y pon en práctica cambiar esas frases limitantes por unas más positivas y de movimiento. Verás resultados
Ser consciente
Tener conciencia o ser consciente tiene que ver con la habilidad de darse cuenta de uno mismo. Darme cuenta de lo que me está pasando en todo momento y mi interacción con el exterior, desde tener presente lo que pienso hasta cómo afecta eso mi vida diaria y al mismo tiempo cómo afecto a los demás, esto es estar alerta o consciente.
Es fácil entender los niveles de conciencia si pensamos en el mundo exterior primero: ¿eres consciente de lo que te rodea? ¿Eres consciente de que tus pies están tocando el piso? Quizá tus pies están reposando en algún barrote de la silla, o están en alto, sin embargo, te das cuenta. Estos son ejemplos fáciles para estar consciente. Ahora piensa en el dedo gordo de tu pie izquierdo. ¿Lo sientes? ¿Eres consciente? ¿No? Allí está, sin embargo normalmente no somos conscientes de ello a menos que nos duela. Ese, justamente es otro nivel de conciencia. Ahora piensa si puedes ser consciente de los latidos de tu corazón. ¿Ya vas necesitando más tiempo verdad? Para hacerlo, debemos quitar la atención del mundo externo y concentrarnos en nuestro mundo interno. Date cuenta cuanto tiempo te toma ser consciente y enfocarte sólo en eso. Tómate tu tiempo.
Nuestra capacidad de atención va de 7 a 9 elementos simultáneos. Mientras lees esto puedes estar consciente de la temperatura de la habitación donde estás, de tu postura, de los ruidos que te rodean, de lo que hay cerca de ti, los colores que están cerca de ti, de la hora del día, de la luz brillante u opaca, etc. Todos al mismo tiempo, pero sólo puedes estar enfocado en una sola cosa. En este momento, o estás enfocado y concentrado en este tema, o estás pensando en otra cosa. No puedes enfocarte en los dos. Cuando piensas en lo que debes hacer más tarde, pierdes el momento presente y el significado de lo que estás leyendo. Se pierden fracciones de información y por eso luego nos damos cuenta que nos faltó algún detalle porque no pusimos atención al cien por ciento, fue por la falta de concentración. Nuestro consciente está oscilando entre una cosa y otra todo el tiempo. Hay muchas distracciones en el mundo hoy en día. Y hemos adquirido el hábito, en este mundo tan saturado de actividades, de querer estar en dos o más planos de conciencia para tener resultados más rápidos. Aprovechar el tiempo y hacer varias cosas tal vez te haga sentir bien, sin embargo, seguramente algo sale mal. Si quieres cocinar, hablar por teléfono y pintarte las uñas, está bien, sin embargo, una de esas actividades saldrá bien y las otras dos dejarán de tener la atención del cien por cien.
Ser consciente de quien eres y cómo eres es algo que pocos hacen. Estamos más orientados a darnos cuenta de quién es y cómo es el vecino, el primo, mi pareja, la mesera, etc. Y muchas veces te das cuenta de sus defectos o tal vez de lo que tienen que tú no tienes. Pasamos juicio rápidamente y criticamos sin tregua. Pero cuando alguien osa criticarte o hacer algún comentario, brincas y te sorprendes. No lo puedes creer, porque no eres consciente de ti mismo.
La conciencia activa te llevará a darte cuenta cómo afectas al otro con tus pensamientos, tus palabras y tus acciones. Cada cosa que haces incide en alguien y ese alguien se queda impactado en positivo o en negativo. Ser consciente es estar de tu lado observando tus acciones y resultados.
Ser consciente de mi habilidad para ser consciente lleva tiempo y valor. Cada momento puedo observar mi consciente encendido o apagado, o, funcionando en automático (porque así me conviene). Si pudiera sentir mis emociones día con día y cómo me afectan, darme cuenta de mis respuestas ante eventos inesperados, cómo influyo en otros por mis palabras o acciones, me ayudaría a conocerme y verme desde el exterior.
Auto observarme de manera consciente y objetiva para verificar, corregir y moderar mis formas antiguas y convertirlas en nuevas, eso es ser consciente de uno mismo y te llevará a dejar el ego a un lado y a ser mejor persona día con día, sin gran esfuerzo.
Creando nuevas rutas mentales
¿Alguna vez se ha puesto a pensar cómo está conformada nuestra mente? ¿Cómo es que surgen nuestros pensamientos y cómo algunos pensamientos persisten? ¿Qué podemos hacer con ellos para cambiarlos o mejorarlos? El hombre ha tenido logros increíbles y descubrimientos fascinantes como puede ser el conocimiento del espacio y los viajes a la luna y a diversos planetas, sin embargo, sigue en pañales en cuanto al conocimiento de sí mismo. Todavía no se conoce lo suficiente. Todavía hay muchas incógnitas al respecto sobre su propio pensar y cómo estos pensamientos influyen en nosotros.
Lo que sí sabemos es que los pensamientos viajan por las neuronas y con el lenguaje les vamos dando un significado. Es por eso que podemos repetir el mismo pensamiento las veces que deseemos a través del lenguaje que a su vez tiene un impacto emocional en nosotros. Si el pensamiento es de enojo, las palabras tendrán un efecto bioquímico (adrenalina) en el cuerpo. Si es un pensamiento de tranquilidad, también podremos sentir su efecto relajante en nuestra parte física. Si es un pensamiento de tristeza seguramente sentirán una pérdida de energía. Los pensamientos son rutas mentales que hemos construido a lo largo de nuestra vida. Algunas las adquirimos por parte de nuestros padres, otras por alguna(o) maestra(o), algunas rutas son útiles y otras no tanto. Independientemente de que sean buenas o malas, las usamos una y otra vez hasta el punto que no nos damos cuenta que algunas de estas rutas nos causan daño, nos alteran y nos limitan. Estamos donde estamos y somos lo que somos por las rutas que hemos construido, que hemos aceptado y que hemos mantenido para nosotros mismos.
Crear nuevas rutas mentales es una posibilidad que todos tenemos para potenciar nuestras capacidades y habilidades positivas. El primer paso es darse cuenta de cuales son las rutas que no sirven. Verificar cuales son las rutas que me hacen daño y que, con ellas, hago daño a otros. La opción de sentirme bien en el ámbito laboral, con la familia y conmigo mismo se puede lograr por medio de construir nuevas rutas mentales y desechar las viejas que no han sido eficientes para lograr la felicidad, el éxito, la salud, etc.....Y esto es seguramente, el estilo de vida que todos buscamos y anhelamos.
La Programación Neurolingüística (PNL) es una nueva rama de la psicología, desarrollada en los 70´s, que proporciona técnicas específicas para lograr estados de excelencia creando nuevas rutas mentales. Para lograr cambios en nuestro mundo externo, es necesario, primero, hacer cambios internos. Aprender a conocernos es básico para darnos cuenta de qué manera hemos filtrado nuestras experiencias, aprendizajes, hábitos y creencias que nos conforman. Y por otro lado darnos cuenta que cada persona está conformada con diferentes experiencias, aprendizajes, hábitos y creencias que finalmente son parte de nuestras rutas mentales.
A través de técnicas sencillas podemos construir nuevas rutas, podemos pensar diferente. Al construir nuevos caminos, le damos la opción a la mente de escoger entre dos caminos. Dejamos de estar obligados a viajar por el mismo camino que no funciona. Podemos elegir. Y el poder de elección es lo que nos hace únicos dentro de la creación. Una vez que se recorre la nueva carretera a Acapulco que está mejor trazada, que es más corta y cómoda, ya no quiere uno volver por la vieja. Y al no usar la carretera vieja, se olvida uno de ella.
Programación Neurolingüística (PNL) se ocupa en obtener resultados rápidos buscando nuevos caminos. Está más interesada en encontrar una nueva salida que dé confianza y que nos haga sentir bien, que en averiguar el “por qué” algo no funciona. La PNL nos proporciona el “cómo” puedo solucionar alguna situación mediante herramientas fáciles y útiles.
PNL nos abre un horizonte de pensamiento diferente posibilitando un dominio más favorable de nosotros mismos. Se trata de que nosotros estemos en control de nuestros pensamientos y no que nuestros pensamientos (rutas estancadas) nos dirijan sin dirección, ni control. Al dirigir nuestros pensamientos conscientemente y en forma positiva, podemos comenzar a ver resultados sorprendentes. Si repetimos en forma consistente estos patrones de pensamiento nos convertiremos en personas de excelencia.
Un hombre excelente sabe reír, y reír con abundancia, es responsable, es libre, le da sentido a su vida, aprende de sus errores y si se cae, se levanta. Los recursos que se necesitan para llegar a la excelencia están dentro de uno, lo único que falta es darse cuenta que allí están y saber cómo liberarlos para que actúen a favor de uno. Así como el piloto va corrigiendo continuamente su ruta durante el vuelo, así debemos hacer con nuestras rutas mentales, continuamente corregir su ruta para así llegar al objetivo deseado. Usar estas rutas tantas y tantas veces, hasta que lleguen a ser automáticas.
Las alternativas que ofrece PNL para convertirnos en personas saludables tanto mentales como físicas son muchas. Con su terapia breve se logra mejorar las relaciones familiares, las relaciones de pareja, la comunicación en el ámbito laboral, disminuir el estrés, erradicar el insomnio, desaparecer las fobias, nivelar las emociones, mejorar la salud (colitis, migraña, gastritis, dermatitis, etc...) y en conclusión, obtener una calidad de vida que perdure con nuestros seres queridos.
De persona tóxica a nutritiva
Debido a los comentarios que obtuvimos sobre el artículo pasado sobre las personas tóxicas, algunos de ustedes nos pidieron, que en esta ocasión, se hablara de cómo dejar de ser una persona tóxica.
Para las personas que no han leído el artículo sobre las personas tóxicas, les recomiendo que lo hagan. Se trata de personas que en su vida diaria van esparciendo semillas de negatividad, crítica y juicios dañinos que afectan a las personas que entran en contacto con ellas. Se alteran fácilmente y son poco tolerantes ante cualquier desacuerd
Otros síntomas de las personas tóxicas son que se sienten malhumorados constantemente y creen que el mundo entero está mal y no se da cuenta que ellos tienen la razón absoluta. Están habituados a ver el punto negro de cualquier situación y enfatizarlo. Es bueno poder ver la parte negativa, sin embargo no lo es verla todo el tiempo o ser la única que ves.
Si eres una persona tóxica, seguramente ya te identificaste perfectamente. El asunto es ¿qué hacer ahora, cómo dejar de serlo? Ahora vamos a ver qué puede hacer una persona tóxica para cambiar y convertirse en personas nutritivas.
¿Cómo cambiar?
El primer paso para lograr cualquier cambio en Programación Neurolingüística (PNL), es darse cuenta que la actitud actual no te funciona y que puedes ahuyentar a personas importantes para ti cuando te exaltas o insistes en tu punto. Si te identificaste como una persona tóxica, ¡enhorabuena! Porque eso es un gran avance y el primer paso para el cambio.
El segundo paso es querer cambiar. Si de verdad estás descontento contigo mismo, con tu conducta inflexible y porque te sientes aislado por lo que dices y haces, seguramente querrás cambiar eso. Aquí vamos a enumerar varias cosas que puedes hacer para lograr un cambio eficaz y rápido.
Pasos para lograr un cambio:
1. Piensa en tu personalidad y tus conductas y busca qué recursos necesitas para cambiar. Esto sólo tú lo sabes. Quizá lo que necesitas es el recurso de la paciencia, la tolerancia, la relajación, entre otros
2. Busca en tu fuero interno qué te podría ayudar para cambar
3. Respira profundo y deja que tu mente te ayude a seleccionar la mejor opción
4. Una vez que tengas el recurso que necesitas tener a la mano, piensa en alguna escena de tu vida actual y ve cómo funcionarías con el recurso en acción. Te ves actuando con tu recurso y también ves la reacción de los que te rodean
5. Si estás satisfecho con esto, fantástico, si no busca otro recurso y repite alguna escena hasta que te sientas satisfecho
Otra cosa que puedes hacer es darte cuenta de tu mapa (tu ser interno). Éste está conformado por todo lo que has acumulado en tu vida en cuanto a experiencias, hábitos, educación, valores, sentimientos, aprendizajes etc. Y justamente todo eso es lo que proyectas en tu vida. Si en tu vida tuviste mucho sufrimiento y malos tratos, seguramente tu comportamiento será el de alguien que está a la defensiva y que toma distancia de las personas. Esta conducta puede que haya sido muy útil en esa época de tu vida cuando necesitabas protegerte, pero si hoy en día tu vida ya es diferente tu conducta debiera serlo también. Tú ya tienes control de tu vida y puedes optar por responder de otra manera.
1. Visualiza por unos momentos lo que forma parte de tu mapa, piensa en conductas que ya no deseas
2. Una vez que sepas lo que no quieres, sustituye esas conductas por conductas que sí deseas. Imagina cómo serás tú con esta conducta nueva
3. En tu mente pasa una película donde tú te ves funcionando como quieres. Ve todos los detalles, qué dices, cómo te ves y cómo te sientes actuando de esta manera
4. También date cuenta cómo responden los demás a tu nueva forma de ser. ¿Es agradable esto para ti?
5. Trata de poner esto en práctica todas las veces que puedas, hasta que se convierta en una programación y verás que resulta más fácil de lo que piensas.
Una vez que te diste cuenta de qué manera te comportas y que lo puedes cambiar, comienza poco a poco, trata de escuchar y no tratar de soltar lo-que-tú-piensas-porque-es-más-importante-y-la-otra-persona-está-mal. Escucha con atención lo que otros dicen. No tienes que estar de acuerdo, simplemente escuchas y piensas si lo que escuchas tiene algún valor para ti, o mejora tu forma de pensar. Recuerda que tu forma de pensar no es ni perfecta ni es la mejor, simplemente es una más, y puedes agregar más detalles a tu propia forma de pensar para ir cambiando y enriqueciéndola.
Otra cosa que puedes hacer es aprender a reírte más. Deja de tomar todo tan en serio y suelta un chiste de vez en cuando. Habrás logrado un cambio radical en tu interior cuando logres reírte de ti mismo y de tu forma negativa de ser.
Sé más flexible contigo mismo y con los demás. Aprende a hacer las cosas de otra manera, en otro orden. Desayuna algo diferente de vez en cuando, cambia de restaurante, dí las cosas de otra manera. Hay muchas maneras y caminos para llegar al lugar de trabajo. ¿Cuántas has intentado? Date la oportunidad de conocer otras formas de hacer las cosas y ver qué pasa. Nada se pierde y se puede ganar mucho.
El resultado será que disfrutarás más de la vida, las personas se acercarán más a ti. Te habrás convertido en una persona nutritiva que aporta algo a su vida y eso es agradable. Y lo más importante es que habrás empezado un proceso dentro de ti de cambio continuo para mejorar y sentirte a gusto contigo mismo.
Lenguaje Corporal y PNL
El lenguaje corporal, no muchas veces, sino todas las veces habla más fuerte que mil palabras. Es una de las formas de comunicación más eficaces y más contundentes que hay. El sistema físico (cuerpo), el sistema mental y el sistema emocional están estrechamente unidos y se afectan continuamente. Si el sistema emocional está triste, el sistema mental lo piensa y el sistema físico lo demuestra. Lo demuestra al mundo exterior a través del cuerpo, su postura y su actitud. Casi siempre los ojos pierden un poco de brillo, hay poca energía, poco movimiento y seguramente el cuerpo estará levemente inclinado hacia la derecha y la vista igualmente hacia abajo a la derecha. Esta es la lectura de alguien que está pasando por un momento triste o por una depresión. Es fácil de detectarla.
En cambio una persona que tenga un caminar con entusiasmo, habla con energía y tiene la mirada al frente o un poco hacia arriba, es imposible que esté triste o deprimida. Esta persona está alegre, tiene motivación en su vida y no tiene tiempo para dejarse caer. La piel luce joven, le brillan los ojos y esa energía que irradia es contagiosa.
Si la mente piensa en una ocasión en la que hubo mucho coraje y todavía hasta el día de hoy provoca coraje, el sólo pensarlo afectará el sistema físico y el sistema emocional. Pensar en ese mal rato hará que los músculos de la cara se tensen, la piel se hace más rígida y todo el cuerpo reluce dureza y enojo. Y todo esto empezó con un pensamiento que desencadena todos estos cambios. Por eso en Programación Neurolingüística decimos que las palabras tienen un efecto bioquímico en el cuerpo. Pensamientos de enojo producirán actitudes de enojo sin tener que decir una palabra, esto se comprueba fácil pues muchas veces únicamente hay que observar.
Al hablar con alguna persona que se encuentra con los brazos cruzados y las piernas cruzadas, nos está indicando que está completamente cerrada al diálogo o a ideas nuevas. Aunque escuche con educación no aceptará lo que está escuchando. No permite que entren nuevas ideas y por eso se cierra. El que hable en realidad estará perdiendo el tiempo.
Cuando alguna persona se encuentre con su cuerpo inclinado hacia la izquierda, ya sea solamente la cabeza o parte del cuerpo, estará indicando que está en su diálogo interno. Este diálogo interno es valioso, pues es en esta posición en la que se toman decisiones. Aquí la persona está deliberando qué hace, cómo lo hace, cuando lo hace. Sin embargo no está poniendo atención al mundo exterior. Hay muchas personas que caminan por la calle con la vista hacia abajo, y no es porque haya algo de interés en el piso, sino porque están en contacto con su diálogo interno. En ese momento el mundo externo puede esperar, ellos están en lo suyo, en sus situaciones y seguramente estarán tratando de resolver algo en su vida.
Estos son algunos ejemplos de cómo leer el cuerpo. El cuerpo no miente porque es el reflejo fiel de la mente y las emociones. Si aprendemos a agudizar nuestra capacidad de observación podremos darnos cuenta dónde nos encontramos nosotros mismos y dónde están las personas que nos rodean, ¿están tristes? ¿Enojadas? ¿Cerradas? ¿En diálogo interno? Programación Neurolingüística nos ayuda a conocer todos estos estados de ánimo y aprovecharlos en nuestro beneficio si nos decidimos a observar más.
El Rapport: cómo crear sintonía
Muchas veces estamos en situaciones en las cuales nos sentimos mal o incómodos, ya sea por timidez, por antipatía con el otro o por sentirnos fuera de lugar. Puedes tener problemas de comunicación con tu cónyuge, jefe, hijos, padres o empleados y en muchas ocasiones tal vez no sepas qué hacer para solucionarlo.
Programación Neurolingüística cuenta con una técnica llamada Rapport que tiene por objeto crear un ambiente de confianza y cooperación mutua para entablar una comunicación donde no haya juicios, distorsiones o malos entendidos, sino una escucha sana. Con esta técnica podemos concentrarnos, sin distracciones, en lo que la otra persona trata de comunicarte y a su vez hace que tú comuniques justo lo que quieres sin que suene a regaño, juicio, crítica o mala intención. Logras que tú mensaje sea escuchado tal y como quieres, y a la vez te metes en los zapatos del otro para entenderlo. Con esta herramienta o técnica no hay manipulación, justamente se trata de respetar al otro. La otra persona y tú son libres de decidir si aceptan o no los puntos de vista del otro, pero lo más importante es que cada uno escuche y entienda al otro.
A este tipo de comunicación se le llama “comunicación de centro a centro”, ya que es de inconsciente a inconsciente. Esta comunicación se da muy fácilmente, incluso sin darnos cuenta, con personas afines a nosotros, como con los amigos con los que fluimos muy bien. Si observas en un lugar público, como en un restaurante, a las personas que tienes alrededor, aunque no las escuches, puedes ver que en una mesa la están pasando muy bien, mientras en otra no. Unos parecen que están danzando al mismo ritmo y los otros parece que tienen un muro entre ellos. El lenguaje corporal es más fuerte y fidedigno que el verbal.
¿Cómo hacer para manejar una buena relación con las personas con las que tienes problemas? ¿Cómo hacer para llegar a las oficinas de gobierno y que te atiendan con una sonrisa? ¿Cómo manejar una entrevista con alguien difícil? En pocas palabras, ¿cómo hacer para que me escuchen y me entiendan? Y también, qué debes hacer tú para entender sin juzgar primero y ser asertivo.
El Rapport es la técnica para que mantengas buenas relaciones con las personas que te importan o que necesitas en un momento dado. Es comunicarte con todo lo que eres, no sólo con tus palabras. Es el manejo de tu lenguaje corporal junto con el verbal.
En la comunicación, el lenguaje verbal solo tiene el 7% de impacto, mientras que el lenguaje corporal el 55% y el tono de voz el 38%. No es tanto lo que digamos, sino cómo lo digamos. La comunicación asertiva es un arte que pocos tienen. Imagínate poder comunicar al 100% con los demás. Todo lo que aprenderías y por supuesto, el mundo sería otro. Podrías crear un clima de trabajo o familiar agradable y participativo sin envidias, juicios y mal entendidos.
El Rapport se da por naturaleza con las personas afines a ti. El reto es llevarlo a cabo conscientemente con las personas que te causan alguna sensación negativa como pueden ser, miedo, coraje, enojo, impaciencia, intolerancia, inseguridad, u otras.
Para lograr el Rapport hay que tratar de entrar en el mapa mental de la otra persona (ver artículo de El mapa mental y la realidad). En realidad empieza con cosas sencillas como cuando llegas a la ventanilla del banco, antes que nada, di algo agradable al cajero, por ejemplo, “buenos días, parece que tiene mucho trabajo, espero termine pronto”. Cuando entras al despacho de alguien, comenzar por decir “qué bonita foto de su familia, lo felicito”, o cualquier cosa agradable del lugar o de él. Si se trata de tu hijo, antes de regañarlo y recibirlo con la espada desenvainada porque llegó tarde, pregunta cual fue la razón por la que lo hizo, por ejemplo: ¿cómo estuvo la fiesta? ¿Quiénes fueron? y después de que te contestó, decirle “habíamos quedado en una hora, yo sé que estabas muy contento, sin embargo creo que no se vale que me tengas despierta hasta tales horas sin avisarme, así que…”. De esta manera el chico entenderá tu mapa más fácilmente y en vez de que haya portazos o malos modos, se quedará pensando sobre el asunto y es más probable que la próxima vez llegue a tiempo o no tan tarde.
Por el contrario, lo que sucede en la mayoría de estos casos es que en vez de comunicarnos y averiguar lo que queremos, declaramos la guerra, pues no nos estamos interesando en el otro, sino solamente en nosotros y nuestra problemática. Se convierte muchas veces en lucha de poderes y que no nos lleva a ningún lado sino solo a crear resquemores, rencores y juicios negativos.
Para llevar a cabo la técnica del Rapport debes estar muy receptivo con la persona con la cual te quieres comunicar.
1. Haz que las palabras que utilizas al cuestionar, contestar u opinar correspondan y sean las mismas o parecidas a las de él. Escucha a tu interlocutor e inmediatamente contéstale con las mismas palabras con las que él te ha hablado. Si te dice: “ayer la pasé muy mal”. Bien puedes preguntarle “¿por qué razón dices que ayer la pasaste muy mal ?” Así la conversación no se desvía pues está centrada con las mismas palabras que suenan como un eco y que a la persona que las dice la hacen pensar sobre ellas ya que las está escuchando a través de ti. Si la persona te está hablando de cómo “ve” una situación, procura emplear también la palabra “ver” cuando te refieras al tema. Si él dice: “yo lo veo problemático ”, tú puedes responder “¿de qué manera lo ves problemático ?”, “yo también lo veo problemático , o yo no lo veo problemático por esta razón…” en lugar de decir “yo también lo veo difícil” o “estás mal, esto no es así”. Aquí ya cambiamos las palabras y estamos creando una resistencia.
2. Reflejar postura. Esto quiere decir que tienes que corresponder a sus movimientos y a sus gesticulaciones. Así como correspondes con las mismas palabras, también hazlo con tu cuerpo. Si él cruza o descruza la pierna, si se hace hacia delante, si se toca el cabello, si sonríe, si mueve la cabeza hacia un lado, si mueve los ojos hacia un lado en particular, etc. tú haz lo mismo con discreción y delicadeza. No se trata de imitar sino de corresponder a su lenguaje corporal de una manera sutil.
3. Igualar la respiración del interlocutor nos dará el volumen y tono de voz que él está utilizando. Es como si vivieras a su ritmo.
4. Durante la conversación, conscientemente, haz algún movimiento diferente a los de tu interlocutor, y si él corresponde a éste, esto quiere decir que el puente de la comunicación ya está tendido, por lo que en ese momento ya puedes decir algo que en otra ocasión pudiera haber creado un problema con la seguridad de que tu mensaje será acogido.
En este proceso de adoptar el comportamiento de la persona con la cual nos queremos comunicar, se logra la sintonía o empatía ya que el inconsciente lo está captando. De alguna manera logramos meternos en los zapatos del otro, y entenderlo y que él nos entienda. De esta manera no te vas a distraer mientras lo escuchas o no va a entrar en tu diálogo interno y así desligarnos de lo que te están platicando.
Aunque a veces no lo parece, es fácil entenderse los unos con los otros ya que nuestro sistema nervioso es un cableado que abarca cada célula de nuestro cuerpo. Si yo me muevo, hablo, respiro igual que la otra persona, por fuerza estoy accediendo a su mapa y a lo que está sintiendo, pues estoy manejando su propio “cableado”.
Esto te permitirá lograr una genuina identificación con el otro y facilitará grandemente la comunicación y comprensión.
El mapa mental y la realidad
En Programación Neurolingüística se le llama “mapa” a la percepción individual y mental que tiene una persona del mundo. Este mapa mental se conforma a través de los filtros personales por los cuales cada uno va asimilando el mundo y la realidad. Me refiero a la educación, la cultura, las creencias, en fin, todas las experiencias y manera de observar que desarrolla una persona, así como de las percepciones y sentimientos de sus propias vivencias a través de sus propios filtros de la realidad. El mapa mental está determinado por la estructura genética y la historia personal. De ahí que es imposible que dos personas tengan exactamente la misma percepción ante un mismo hecho. Muchas veces nos desesperamos, juzgamos, criticamos a los demás ya que “no entienden”, “no se dan cuenta”, “no les importa”, “no se preocupan”, “no se conducen como deberían”, “exageran las cosas”, “no les llama la atención”, “se desviven por tonterías”, “no es posible que hagan eso”, etc. Si nos damos cuenta, todas estas frases están basadas en juicios que elaboramos acerca de la conducta de los demás, en base a “mí mapa”, a lo que yo pienso, a lo que yo creo, y no me doy cuenta de que el otro actúa en base a lo que él piensa y a lo que él cree, que es totalmente diferente, es decir, respecto a “su mapa”.
Ninguna persona, inclusive mis hermanos, hijos, o padres van a ver y sentir lo mismo que yo, pues sus filtros del mundo son diferentes ante un mismo hecho. Todas las mentes piensan según su propio mapa y no del mapa del que tengo junto. Ante una misma realidad hay diferentes percepciones. Para demostrar esto les ofrezco un ejemplo muy sencillo. Si en un grupo yo propongo que todos piensen en un perro, uno pensará en un pastor alemán, otro quizá en un cocker, otro en un labrador, otro en un dálmata, otro en un salchicha, otro en un doberman, otro en un perro callejero, etc. ¿Por qué no pensaron en el mismo perro todos? Porque el que surgió en su mente, es con el que tienen o tuvieron una experiencia, es decir, es el que está en su mapa mental, en su vivencia. Simplemente en una familia, la opinión que los hijos tienen de un acontecimiento familiar, de su padre o de su madre o de tal hermano es diferente, pues el modo de vivirlo, sentirlo y relacionarse con él en ese momento varía de una persona a otra.
Por eso Programación Neurolingüística nos dice que “El Mapa no es el Territorio”, esto es, que el Territorio es la realidad escueta y completa, y el mapa es el modo personal de captarla. En el ejemplo del elefante se puede entender esto. Si en medio de un salón ponen un elefante, y para las personas sentadas alrededor es la primera vez que ven ese animal, las que están al frente dirán que un elefante es un animal alto con dos ojos, dos orejas enormes, una trompa, dos colmillos y dos patas. La personas que lo ven lateralmente no estarán de acuerdo, Ellas sostendrán que un elefante es un animal largo y grande, con una trompa, dos patas, pero que solo tiene una oreja, un ojo, un colmillo y una colita peluda atrás. Las personas que lo tiene por atrás, alegarán que un elefante es una cosa con dos ancas enormes, una colita peluda y dos patas, pero que ni es largo, ni tiene ojos, ni colmillos, ni orejas y mucho menos una trompa. Y si cada uno sostiene su punto de vista, nunca se podrán poner de acuerdo sobre lo que realmente es un elefante.
Éste es un ejemplo sencillo de cómo nosotros y la humanidad vamos por el mundo pensando que mi verdad es la absoluta, y no aceptamos la parte de la realidad del otro que nos falta. Esto nos lleva a divorcios, injusticias, egoísmos y hasta declaraciones de guerra. ¿Cómo hacer que el mundo árabe y el occidental lleguen a una sana convivencia, si no están dispuestos a ver el mapa del otro? ¿Cómo entender a un homicida, o a un ladrón, y en nuestra vida diaria al mentiroso, al egoísta, al chismoso, al perfeccionista, al metiche, al agresivo, al majadero, etc.?
Programación Neurongüística nos dice que cada quien actúa según su mapa mental, por lo tanto todas estas conductas son efecto de algo que las dispara. Son conductas aprendidas, creencias instaladas, modos y estilos de vida vivenciados diferente, y siempre hay una razón interna para proceder, pensar, y sentir ante la realidad que no va a ser igual que a nadie.
Así que el mundo interno es la obra de su autor y cada “universo” es único y personal, o sea, cada persona tiene su propio e individual mapa mental del mundo y hay una indiscutible diferencia entre la realidad y la experiencia que el organismo tiene de ella. Los seres humanos construimos nuestros modelos mentales del mundo, el mapa con el cual vamos a transitar por él a través de programas neuro-lingüísticos. Lo único que nos conforma son nuestras vivencias. PNL nos dice que ningún mapa individual del mundo es más real o verdadero que otro. Y el objeto de PNL es el de permitir a cada persona adquirir un modelo del mundo que le sirva para obtener lo que es importante en su vida. Un modelo ecológico (ver artículo de Ecología y PNL). Cuantas más rutas u opciones ofrezca nuestro mapa, más oportunidades tendremos de conseguir nuestros objetivos y esto sólo se logrará a través del arte del cuestionamiento interno y la aceptación de los demás.
Así que antes de enjuiciar, enojarnos, deprimirnos ante la conducta ajena, pensemos que el otro tiene un mapa diferente al mío y según éste, él actúa. Vayamos dándole la vuelta al elefante para ampliar nuestro mapa del mundo, para ampliar nuestra mente, ya que la mejor manera de aprender es a través del conocimiento del otro y esto sólo se logra con una buena comunicación. Yo estoy bien, pero el otro también. Cada uno responde a su propio mapa mental. Yo me enriquezco y amplío mi mapa a través del otro. Voy a averiguar y aprender de las diferencias, así crearemos más opciones y aprenderemos a respetar a los demás.
Así, cada uno de nosotros va construyendo, más o menos conscientemente, su propio mapa de la realidad y a éste acudimos cuando el entorno en el que nos movemos demanda una acción o algún tipo de respuesta de nuestra parte. Pero un mapa no es la realidad, como un retrato no es la persona que representa en sí, es solo una imagen de ella.
Los mapas se pueden completar con nuevos datos, se pueden corregir generando opciones nuevas, se pueden abrir a nuevas posibilidades más enriquecedoras de interpretar e interactuar con el mundo real. Esto terminará con el estrés, los corajes, los enojos, etc. y redundará en una mejor salud ya que aprenderemos a ser flexibles y a no crear falsas expectativas. Programación Neurolingüística nos ofrece una estrategia para poder diagnosticar nuestros síntomas físicos y/o mentales a través del movimiento y del cuerpo. Gracias a esta técnica podrás identificar problemas que no te gusten y cambiarlos de manera efectiva y sencilla. El nombre de este proceso es LA DANZA DEL S.C.O.R.E
ESTRATEGIAS: Coloca en el piso 5 papeles en línea con una distancia de 30 cms. entre uno y otro. Cada uno tiene una letra que representa una palabra.
S para síntoma
C para causa
O para objetivo
R para recurso
E para efecto
Colócate delante de la “S” y piensa cuál es tu síntoma, lo que quieres resolver. Por ejemplo, angustia, timidez, enojo, culpa, estrés, “O” también puede ser un problema de salud como dolor de cabeza, colitis, estreñimiento “O” el síntoma que deseas cambiar.
Ahora piensa en el síntoma y en una ocasión específica en que se manifestó. Ya que lo tienes identificado, entra al espacio marcado con “S” y revive completamente esta situación, viendo, escuchando lo que te dice a ti mismo y sintiendo lo que te provoca este síntoma, con una respiración profunda y cerrando los ojos. Se sale de este espacio.
Ahora colócate delante de “C” y piensa desde cuándo tienes este síntoma y cuándo es que aparece. Al identificar la causa, da un paso hacia delante y métete en el espacio de Causa. Aquí revive la situación que dispara al síntoma recordando si es posible, la primera vez cuando esto ocurrió, “O” la más lejana de que puedas recordar. Respirando profundamente observa, escucha y siente todo lo que sucede tal y como si estuviera sucediendo ahora mismo, dándote cuenta en qué parte de su cuerpo se aloja con más fuerza este sentimiento, tocándolo y cerrando los ojos. Sal del espacio.
Te colocas esta vez enfrente de “O” y piensa que si lo anterior es justo lo que no quieres, ahora es en que sí quieres. De esta manera surge tu objetivo. Este objetivo debe estar decretado en presente, de manera positiva y afirmativa, por ejemplo, si el síntoma es la angustia cuya causa son los viajes constantes de trabajo del marido, y si esto es justo lo que no quieres seguir sintiendo, ¿cuál sería su objetivo? “Yo puedo permanecer tranquila cada vez que mi marido sale de viaje”. Este objetivo está en tiempo presente simple, está en positivo y en afirmativo. Uno incorrecto sería “Yo no me angustio cuando mi marido sale de viaje”, ya que estaría hablando de lo que no quiere, y no de lo que quiere. Este se encuentra en negativo.
Una vez elaborado el objetivo, da un paso al frente dentro de “O” y cerrando los ojos, dilo en voz alta respirando, unas 3 veces, viviendo tu objetivo logrado y dándote cuenta en qué parte de su cuerpo se encuentra esta sensación de tranquilidad. Sal de “O”.
Ahora colócate delante de “R” que son los recursos y define cuáles necesitas para alcanzar tu objetivo. Los recursos son los que te impulsan a lograr lo que te propones. Estos pueden ser: flexibilidad, tolerancia, confianza, paciencia, fe, amor, disciplina, organización, decisión, tranquilidad, seguridad, valor, etc. Ya que hayas escogido uno o más recursos que creas necesitar, da un paso al frente y se entra en el espacio R. Aquí vas a recordar un momento en tu vida en que hayas tenido este recurso o recursos. Igualmente evoca este momento viendo, escuchando la dinámica que se está dando y sintiendo el recurso o recursos dentro de ti misma con una respiración profunda. Ya que lo hayas experimentando y tocándote la parte del cuerpo donde la sensación es más intensa, pasa al espacio de “O” y vuelve a repetir tu objetivo aunado a la respiración, unas 2 veces, con los ojos cerrados. Sal de este espacio.
Te colocas enfrente de “E” y, todavía tocando esta parte de tu cuerpo donde se encuentran las sensaciones positivas, piensa en los efectos que tendría para ti y para los que te rodean el que lograras tu objetivo. Otra vez, al tener los efectos identificados entra al espacio “E” y vive estos efectos respirando profundamente. Este espacio es muy importante pues aquí se encuentra el para qué quieres lograr el objetivo. Aquí se le da un sentido.
Sal y teniendo todas estas sensaciones en tu cuerpo entra el síntoma para revisar los cambios que seguramente se han dado.
La forma de que tu objetivo se convierta en una programación es repetir continuamente lo que se vivió en “O”, “R” y “E” cada vez que te acuerdes y sobretodo en el momento que sientas que el síntoma está por manifestarse.
Esta técnica de Introspección del Problema, es altamente eficaz, pues hay un movimiento mental aunado al físico, y de esta manera la mente es capaz de separar las conductas y sus causas o beneficios. Gracias a este instrumento de clarificación, la persona encuentra lo que quiere y lo que debe hacer para obtenerlo.
Desplazar nuestro cuerpo permite a nuestro cerebro “seriar los problemas” y aprender un excelente método de reflexión y resolución de problemas.

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